Presidencia Metafísica de México

*Presidente: Francisco J. Vargas


Columna 9: Embrujadas y Raquíticas, Las Chivitas Caga-Bolitas Podrían Irse... A La Vergara (5)

(Meteorito Rojo #52: Para los Racistas del Mundo que Ataquen a Indígenas y Mestizos Mexicanos)

Vaya vaya, nos tomó cinco siglos pero ya tenemos en México el misterioso y anunciado regreso de los chamanes. Por fin, la Igle$ia se movió de su pedestal. En contra de su voluntad, pero ya se movió. El fenómeno es evidente en muchos paises, pero a nosotros, nos importa el nuestro.

En las trincheras no hay ateos. Hasta Vergara perdió confianza en los embrujos de los obi$pos. En el ultimo encuentro Chivas-America, los televidentes vimos con asombro a un chaman mexicano quemar copal en los porterías del campo de juego para exorcizar a los jugadores capitalinos. Pobres puras, ya nadie creé en sus hechizos. El fin de los vaticanos no está muy lejos. Y con ellos se irán el resto de los genocidos gachupines.

Quisiéramos adelentar los tiempos, pero tendremos que ser pacientes ya que nuestros jóvenes no están listos aún. Veremos primero en los futbolistas cuando los mexicanos estén listos para la emancipación. Seamos pacientes. El problema es que en México los futbolistas menores de 25 años son considerados "inmaduros" por sus técnicos y directivos. Los quieren viejos, mansitos y espueleados. Aquí todo es hacer menos a los mestizos y los histéricos merolicos justifican la estupidez alegando que el jugador nacional "madura tarde." ¿Quéeeee? Nos quieren hacer creer que los jugadores nacionales son anomalía de la naturaleza. No es verdad. Es la misma faramalla política-religiosa del Estado en contra de la indiada. Si directivos y técnicos tratan a jugadores como niños aunque tengan treinta años, es para que no exijan mucho dinero. Por eso el fútbol mexicano es rascuache y paternalista, pues a ningún dueño de club le importa la calidad del espectáculo. Como dijo el "técnico" Manuel Lapuente, "si quieren espectáculo váyanse al circo." Beckenbauer dice lo contrario, "jugar bonito y bien produce espectáculo y victorias." ¿A quién le cree usted?

El fútbol mexicano es magnífico negocio, ideal para exprimir esclavos. Ya Raúl Cárdenas lo dijo mejor cuando fue técnico nacional, "¿y aparte de exigirnos victorias quieren que la $elección juegue también bonito?" Ni dios lo mande, Raúl. Seríamos injustos los aficionados, pues pagamos boleto para ver chingaderas gachupinas en la cancha, no buen fútbol-espectáculo. Señores, eso que dicen los técnicos criollos son mamadas. Así dicho y hecho, nunca darán los criollos valor a las hazañas deportivas de sus jugadores, pues incrementaría el costo de la plantilla, y ¡eso nunca! Primero muertos. Acuérdense del gachupín muerto-de-hambre, Rafael Lebrija, que cuando el Toluca tuvo un buen año financiero, antes de repartir utilidades con los trabajadores, endeudó al club. Y el muy cabrón se pasea orondo por el fútbol mexicano.

Talento futbolístico lo hay de sobra en México, pero escasea la inteligencia en la casta de mercaderes que siempre quiere ganancias rápidas y jugosas a corto plazo. Y chínguense los jugadores. Así que no sé dónde acabarán los muchachitos campeones mundiales Sub-17, pero el mundo siempre será de jóvenes atrevidos dispuestos a enfrentar mano-a-mano al tigre, por muy feroz que parezca. Si empezaron su carrera deportiva coronándose monarcas mundiales, algo grande habrá para ellos en el tramposo, racista y traicionero mundillo del fútbol gachu-criollo..., o donde se desenvuelvan.

Lo que menos me gustó fue que también en el seno de la Sub-17 se manifestó la maligna costumbre criolla de doblegar la voluntad de los bravos pero inocentes chiquillos utilizando la fe católica. Su técnico, Raúl Potro Gutiérrez, los hincó en la cancha en su momento de triunfo y los puso a rezar—¡de rodillas!—segundos después de la victoria. Estúpida, perversa y grosera interferencia religiosa en un espectáculo público y de paga. Y luego, el repelente cacique de la Liga, Necio de María, alega que el fútbol no se mezcla con religión y política. Pinche embustero. Y nadie dijo nada. Pero para shows religiosos existen los templos, la intimidad del hogar y hasta los mismos vestidores si se quiere. ¡Pero no a mitad del campo frente al publico! Lo escandaloso es que cualquier barbaridad puede esperarse en éste México esclavista, salvaje y clerical. Agachar la cabeza en público y privado día y noche es parte de la indoctrinación gachupina para someter mexicanos dóciles al yugo. Digo, no hay que ser tan marranos ni tan aprovechados de la inocencia juvenil, como hizo el cabroncete Raúl Gutiérrez. Es la típica explotación del hombre por el hombre que niega valor profesional al mexicano que no se hinque, doblegando su voluntad con el sonsonete católico del "todo se lo debo a la virgencita." Cabrones...

Cualquier logro personal del mexicano debe atribuírsele—a güevo—a la Igle$ia y sus mercaderes. De otra manera seremos considerados "herejes" por los curas, léase nativos con libre albedrío decididos a no someternos a nadie. En tan desoladora atmósfera racial-religiosa, el individuo no vale nada y todo progreso personal y colectivo es obra y gracia de la ensotanada casta divina, del patrón y del club. Horrendo cliché masoquista ese del "todo se lo debo a mi jefe y a la Guadalupa, yo soy 0-T sin valor propio." Eso decía el bobo boxeador Raúl Ratón Macías, quien recibía los golpes en su cuerpo que finalmente le causaron la muerte prematura, pero las victorias eran mérito de su chupa-sangre manager, Pancho Rosales, y de la virgencita. La telaraña católica en el cerebro esclaviza totalmente al atleta nativo, obligándolo a siempre pensar bien de su encomendero, para deleite y ganancia de obi$pos y negreros. Si somos incapaces de verle los colmillos al lobo, siempre viviremos para ser devorados. A ver hasta cuándo nos da por quemarles el mido a los invasores ibéricos peludos y a vaticanos panzones, dándonos nosotros mismos el lujo de ya vivir tranquilos y libres de la corrupción e impunidad que nos ahoga. Si hacemos enemigos de los ibéricos, nos haremos amigos de nosotros mismos. Entiendo y sé que la sumisión de jodidos es esencial a la Conquista, que incluye a futbolistas, pero asombra la degradante estupidez de la población. Nadie quiere ver que la consigna gachupina es hincarnos a como de lugar y tenernos siempre a la defensiva; la nuestra debiera ser la de mandarlos de regreso a Espanha a punta de patadas.

Si el futbolista mexicano se atreve a fornicar—a coger, pues—fuera del lecho matrimonial, su atrevimiento es considerado pecado grave si es nativo, pero no si es criollo gachupín. Lo que en un criollo es retozo, en un nativo es venal adulterio. A tales "pecadores" les caen encima los merolicos aún antes de terminado el acto sexual. Debajo de cada cama de hotel hay un méndigo merolico y un obi$po escondidos, espiando jugadores. Uno pensaría que la vida sexual de seleccionados—sean católicos o ateos—no es negocio de merolicos y menos de obi$pos discípulos del Gran Chingón. Si la moralina vaticana no fustiga a curas y gachupines, menos debería preocuparnos a los conquistados.

Por ejemplo. Ya vimos en política a la santurrona candidata PANista, Doña Quejidos Josefina Vásquez Mota, autora de Dios mío, hazme viuda por favor, mostrarnos que las gachupinas no traen la P de pendejas tatuada en la frente. Ella no pide Dios mío, haz viudo al buey de mi marido, pues bien que sabe cuál dedo chuparse. En cambio, las mujeres nativas permiten ser expulsadas groseramente de iglesias por monjas y charros negros abusivos, bajo pretexto de "vestir falda corta." Aquí no hay autoridad civil que las pueda contra malévolos obi$pos. Las mexicanas se exponen a ser apedreadas y arrastradas de los pelos por monjas histéricas y sexualmente reprimidas—aunque no del todo, sabemos que abundan las monjas lesbianas y curas jariosos que se las cogen—nomás porque según eso "dios no quiere ver en las iglesias piernas de mujer." Hombre, ni que ese dios fuera puto. Porque si al altísimo no le gustaran las piernas femeninas, hubiera hecho a las mujeres con ruedas de bicicleta. ¿Pa' qué sufrir disgustos? Pero claro, tal prohibición no es "divina," sino escandaloso timo de obi$pos maricones que prefieren manosear sexualmente a niños mexicanos. Se necesita ser muy pendejo para crear eso, y muy hijo do puta para decirlo. Los curas odian a las mujeres y a los listos, por eso su nada bíblico motto es, ¡a chingar indios(as)!

La enfermiza vigilancia sexual de los cruzados católicos sobre los demás es asfixiante e ilegal. La Caldera del Diablo, ni más ni menos. La represión religiosa existe en el fútbol mexicano porque la Igle$ia es mafia religiosa mucho más rentable que el negocio de las drogas lícitas e ilícitas, que el de la prostitución, o que cualquiera de los negocios que explota el crimen organizado. Mafia vaticana cuyos tentáculos se entrelazan con los de los conquistadores, siempre en contra y perjuicio de la borregada.

Y otra cosa: Bajo el habitual clima de terror teocrático que impera en el país, la insistencia de los merolicos mochos para limitar el número de jugadores extranjeros en la Liga no busca proteger al jugador nacional como alegan. Todo lo contrario, quieren evitar que argentinos y uruguayos, por ejemplo, "contaminen" con su laicismo liberal a los agachados jugadores nacionales. Vea al experto manipulador religioso, Chicharito. Cuando el Manchester-U lo compró, ignoraban en Inglaterra que Jalisco solamente producimos futbolistas tarados-religiosos. No es que intrínsecamente la religión sea mala, pero sí lo es el fanatismo que los siniestros obi$pos nos imponen. Chicharito es ejemplo del acerado control mental que ejercen los charros negros sobre jugadores mexicanos sin albedrío propio. Son zombies católicos que se creen admirados por nosotros, cuando a lo más toleramos su ignorancia al intentar evangelizarnos cuando nosotros pagamos por verlos jugar. El persignarse e hincarse en el campo de juego es propaganda contra los aficionados. Persígnense e hínquense en los vestidores si son honestos. Me tienen harto de verlos profesar sus creencias religiosas cuando espero un juego. Bien dijo CalNerón -de seguro ese día había chupado en ayunas- que eso de "república" no aplica a México (somos teocracia, señores). En efecto, los creyentes católicos mexicanos somos los más babosos, pues ni siquiera las teocracias musulmanas exhiben jugadores hincados a mitad del campo durante los partidos. Y en repúblicas de verdad los futbolistas no mezclan en público el triste espectáculo de la sumisión religiosa. Para eso hay vestidores y templos, señores.

De manera que el fascismo mexicano considera a los jugadores foráneos "mal ejemplo" para nuestros tímidos jugadores que viven "agradecidos" lamiendo la mano al patrón y temen hacer valer su talento. Los directivos criollos demandan jugadores dóciles, cual perro faldero esperando el hueso. Usted sabe, el que te hizo hombre del barro puede hacerte barro de nuevo.

La mera posibilidad de rebeldía en los esclavos de pantalón corto es inconcebible a quienes mangonean el deporte profesional. Los merolicos son únicamente títeres de los obi$pos y comen aparte en su canoa, es decir en el suelo. Nos dicen, a ver si de tanto repetirlo les creemos, que "los jugadores extranjeros evitan que los delanteros mexicanos jueguen." Ja, ja, méndigos chapuceros. Nos quieren ver la cara.

Ciertamente se importan demasiados delanteros extranjeros, pero es porque los delanteros gachupines nacidos en México escasean y tapan con su discriminación la salida de delanteros mestizos que son ignorados por los técnicos por "no ser blanquitos como nosotros." O díganme el nombre de un buen delantero criollo en la Liga, pero que sea consistente, no goleador de una temporada. Landin, Santana, Cacho, Lilingston, Esqueda, DeNigris, Rafael Márquez, todos son flor de un torneo.

El mejor delantero criollo lo malbarató el Papanatas Vergara y arruinó su propio club por unos cuantos euros. Tan barato lo vendió el güey, que el técnico inglés dijo sarcásticamente de Vergara, "lo robamos."

Y el "mercader" se enojó por eso, válgame dios.

Hasta en bóvedas de bancos prestigiosos hay demasiados lingotes de plomo con pátina de oro, cuantimás mercaderes tramposos. (Pregúntenle a Alemania, que quiere inspeccionar sus reservas de oro depositadas en bancos gringos, y les negaron ese derecho. ¿Por qué? ¿De qué metal son ahora esos lingotes?)

Lo que yo quisiera saber es a qué se dedica realmente Vergara. Porque negocitos de polvos milagrosos vendidos en herboristerías y franquicias—como hace Herbalife en los USA—son frecuentemente acusados de ser negocios piramidales o engaña-bobos.

(Continuará)

DEFENSA PERSONAL METAFÍSICA: Toda conquista, cuantimás en México, es mantenida a través del racismo puro. La clave de la prosperidad de los gachupines nacidos aquí mantener a los nativos fuera de toda posibilidad de progreso y educación. Este meteorito #52 es precisamente para fracturar el férreo dominio espanhol en nuestro país. Con sus connotaciones supersticiosas, no espantará a los chupa-sangre ibéricos y ahí radica nuestra brillante estrategia. Todo es cuestión de fea y perseverancia en la quema de peticiones.

PERMANENTE: PREGUNTA RETÓRICA AL GOBIERNO GACHUPÍN QUE PADECEMOS: ¿Hasta cuándo van ustedes a reconocer que Emiliano Zapata merece un día conmemorativo nacional al año en honor a su legado agrario en favor de los nativos? Pero claro, sabiendo lo desgraciados que son ustedes, tendremos que esperar a la Reconquista de nuestro país.


ACÁ MÉXICO: Columna Politica de México

PETICIONES del METEORITO ROJO

* Master, Estrategia Militar China

Email: visionpf@direct.ca


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